Encuentra el silencio en este anochecer.
No haya tiniebla insondable,
solamente la plegaria que te hace trascender.
Pues la densa oscuridad ya no ha de ser oportuna,
que he visto miles de estrellas salpicadas de esta luna.
Y el hueco de la inquietud, solo lo llena la Paz.
No deben nublar las lágrimas esa luz de tu mirar;
¿acaso no resplandece con la única verdad?
Para ver en tu interior, no atisbes más lejos que nunca,
no hacen falta las pupilas, la sinceridad te alumbra.
¡Ahora es cierto cada latido! ¡cierra tus ojos y busca!
¿Y cuál es ese camino que señalará mi ruta?
Lo indicará aquella estrella, ¡que el anhelo de esta noche,
una realidad anuncia!